miércoles, 8 de septiembre de 2010

El eterno purgatorio





-¡La guerra se acabó!- Escucho que grita la gente feliz. -¡La guerra se acabó y nuestros solados vuelven a casa! ¡A sus familias, a sus vidas, a su hogar!-
"La guerra se acabó, se acabó . Nuestros soldados vuelven a casa" Desmenuza mi mente estas palabras mientras estoy tirado en mi cama. Ya no hay un conflicto latente, ya no hay soldados luchando, entregando sus vidas por su país en el campo de batalla. Las mujeres ya no pasan las tardes preocupadas por sus esposos escuchando la radio, y preguntándose a la vez como harán para mantener a sus familias en caso de que suceda lo pero. La guerra ya no puede seguir destruyendo nada más físicamente, pero la guerra no se acabó. La guerra no se acabó y los soldados no vuelven a casa. La guerra los acompaña, la guerra NOS acompaña a todos lados. Cerramos los ojos y ahí esta, quitándonos el sueño y el aliento, irrumpiendo la noche con el sonido de nuestros propios gritos de desesperación. La guerra no se acabó porque esta siempre presente. Los soldados, dejamos una parte de nuestro ser en la guerra, no volvemos a ser los mismos, a estar completos. Ya no más. Solo podemos esperar ser lo mejor que logremos ser con lo que queda de nosotros. La guerra nos mata de a poquito por dentro, y segundo a segundo nos continua desgarrando por dentro.La guerra te hace dar todo, la guerra te obliga sin piedad a bajar tu nivel a los mas básicos instintos. Y cuando lo único que nos importa es sobrevivir, es cuando comenzamos a morir verdaderamente. Los soldados no vuelven, los soldados mueren en la guerra, vuelven los cuerpos habitados por almas en pena, tratando de encontrar paz.

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Black Moustache