sábado, 27 de enero de 2018

Siempre en busca de lo mismo

Bueno, hola!

Estoy acá de vuelta. Que increíble como uno termina siempre volviendo a las misas cosas. Hoy estoy acá nuevamente sin saber bien que es lo que pienso hacer.
¿Voy a volver a escribir? ¿Lo voy a hacer regularmente?

Pasaron 3 años desde la última vez que me senté a publicar algo, y siento que soy una persona distinta. Estoy en un lugar muy distinto de mi vida, y este blog se las ha ingeniado para ser un depósito de pensamientos que son mucho más intensos de lo que yo estoy capacitada para contener.

Pero a pesar de lo mucho que he cambiado, hay una cosa que se mantiene y es la razón por la que volví. La inspiración. Estoy constantemente buscando la inspiración. Esa fuerza que me impulsa a moverme y me hace sentir que soy totalmente invencible. Es la fuerza que me define, que me permite transportarme en mi imaginación a mil mundos. Es la forma que tengo de ser todas las cosas que quiero ser. En muchos aspectos es más que cualquier realidad. Es mi rincón en el mundo.

Y aquí estoy otra vez refugiándome en la hoja en blanco que nunca me decepciona. Enfrentándome a un teclado solo con mis sentimientos en mano, y sorprendiéndome porque hay algo que escribe por mí y no sé qué es. La rutina es la misma, me siento frente a la hoja si saber que va a salir y las cosas salen. Ojalá eso nunca deje de pasar.

Siempre afirmé estar segura de que las respuestas a todo están ocultas adentro de cada uno. Están ahí latentes esperando para surgir cuando estamos prontos para enfrentarlas.
¿Será que mi verdad es que eso que tanto busco, esa inspiración que tanto me mueve vive adentro mío constantemente? ¿Será que es lo que soy y me equivoco en pensar que la encuentro en otros lados, en otras cosas?

El otro día estuve reflexionando sobre los pensamientos y las acciones. Los pensamientos son obviamente el motor de cualquier acción que queramos tomar. Si me voy a levantar, tengo que pensar en eso antes.

Pero el impulso que me lleva a levantarme es tan instintivo, tan parte de la acción, que no se si cuenta como un pensamiento. Después tengo los pensamientos que marcan mi estado. Estoy feliz, estoy triste, y pienso en cosas felices o tristes.

¿O es al revés? ¿Pienso cosas felices o tristes y eso me cambia? Es como un círculo vicioso, es primero la gallina, el huevo, la gallina, el huevo.

No hay duda de que los pensamientos nos mueven. Pero después de mucho reflexionar creo que la acción es mucho más fuerte que los pensamientos. Esto se fundamenta en que pensamientos tengo MILES. Mil cosas pasan por mi cabeza en un instante. La complejidad que me compone es realmente abrumadora. Pero acciones, acciones son muchas menos.

¿Cuántas de las mil cosas que pienso realmente llevo a cabo? ¿Cuál es el proceso que mi cuerpo experimenta que me hace HACER? Siento que las acciones me definen mucho más que los pensamientos. Porque los pensamientos son gratis y las acciones cuestan.

En definitiva, soy lo que hago. Y por alguna razón, no importa cuánto trate, no puedo dejar de hacer esto, y ser esto.

Así que hola nuevamente mundo, here I go again.

Cerremos musicalmente: https://www.youtube.com/watch?v=pqJMJXOv1EI&t=42s

-S

Black Moustache