A veces me gustaría vivir en el mundo de los cuentos.
Pero no por lo que estás
pensando ahora, no por los finales felices o los príncipes... La razón por
la que me encantaría vivir en un cuento, la razón por la que me es tan fácil
sumergirme en ellos es que solo los cuentos te dan esas oportunidades de probarte
a ti mismo.
En nuestro mundo podemos pasar
toda la vida de forma monótona, toda la vida solo yendo y viniendo, pero
en el mundo de los cuentos las cosas nunca van a ser tan fáciles. En el mundo
de los cuentos los problemas son enormes, son dragones tirando fuego, son
aventuras que requieren sacrificio.
Donde está la oportunidad de
sacrificarnos así en este mundo?
En los cuentos siempre se va a
presentar esa oportunidad, de transformar a una campesina soñadora en la
heroína que siempre tuvo adentro.
Porque nosotros sabemos que
los cuentos terminan en final feliz, pero los personajes de los cuentos no.
Ellos dan todo porque adentro lo sienten así, y si salen triunfantes es porque
se lo ganaron.
Y se equivocan y no
siempre nos caen bien, pero hacen lo que sienten y triunfan.
No soy una persona que nació
en la época equivocada, yo nací en el mundo equivocado.
Soy un personaje que todavía
no encuentra su cuento.